Yours, Jack - Tuyo, Jack
Cartas de C.S. Lewis ofrecen 'compañía espiritual'
Crítica de Mitch Finley, Catholic News Service
Fecha de publicación:
6 de agosto de 2008
Sección:
I. Crítica de libros
YOURS, JACK: SPIRITUAL DIRECTION FROM C.S. LEWIS editado por Paul F. Ford. HarperOne (2008), 374 pp., $23.95
Tuyo, Jack: Dirección espiritual de C. S. Lewis
C.S. Lewis (1898-1963), un autor y profesor de literatura inglesa de origen irlandés y religión anglicana, primero hizo clases en Oxford y después en Cambridge, escribió numerosos libros que se continúan vendiendo no solamente bien sino más que bien, por cuatro décadas desde su fallecimiento. El nombre en el título del libro viene de su sobrenombre, "Jack," usado por los amigos y la familia, y que él prefería ante su real nombre Clive Staples.
No resulta sorprendente que aparezca una nueva colección de material de C.S. Lewis en forma de libro, dada su alta popularidad. El tema que une a estas cientes de letras en este volumen es la experiencia y práctica del autor en el arte de la dirección espiritual.
El editor, Paul F. Ford, organizó las letras cronológicamente, la primera de 1916, y la última de 1963. Un índice hace que sea más simple localizar tópicos o temas específicos discutidos por Lewis. Sin embargo los estudiantes y académicos de Lewis serán bien advertidos al decirles que el índice es incompleto. Por ejemplo el nombre de Thomas Merton aparece en el libro, pero no en el índice.
En nuestros días, el significado de "dirección espiritual" es algunas veces alusivo, dependiendo de la orientación teológica o las preferencias de quien utiliza el término. Ford describe tres tipos de letras en este libro -- letras de compañía espiritual, disciplina espiritual y dirección espiritual.
Lewis vivió durante la primera mitad del siglo XX. En su juventud se convirtió en un ateista, después se convirtió al anglicanismo, y fue tolerante de la fe de otros a menos de que él pensara que era estrecha de mente o una distorsión de la verdad.
Lewis no escatimaba alabanzas para autores católicos tales como G.K. Chesterton; de hecho, dice en una carta que Chesterton fue una de las principales influencias en su decisión de abandonar el ateismo. En una carta que data de 1950, llamó a "El Hombre Eterno" de Chesterton "la mejor apologética popular que conozco." En 1941, Lewis también recomendó de corazón -- "en pequeñas dosis" -- el clásico católico espiritual del siglo XV "La imitación de Cristo," de Thomas a Kempis.
Pareciera que C.S. Lewis era reticente a llamarse a si mismo como un director espiritual. Por ejemplo, en una carta de 1954 declaró, "Ciertamente no soy el adecuado para aconsejar a otros sobre la vida devocional." Continúa, sin embargo, compartiendo sus propias reglas para orar: "(1) Estar seguro que, sin importar donde este uno ubicado, las oraciones principales no deben ser dejadas para 'la última cosa de la noche.' (2) Evitar la introspección en la oración, quiero decir no vigilar su propia mente para ver si está en el marco adecuado, sino siempre poner la atención hacia Dios. (3) Nunca, nunca tratar de generar una emoción a través del poder de la voluntad. (4) Orar sin palabras cuando se es capaz, pero volver a ellas cuando se este cansado o bajo el rendimiento normal."
Lewis es cualquier cosa menos esotérico en esta colección de cartas. De hecho, es pensativo y deleitador cada día y con la cabeza en la tierra, incluyendo comentarios que pueden llevar al lector al misticismo al tener en cuenta la relevancia de su dirección espiritual. Una muestra: en una carta de 1962 remarcó que "es extraño que a alguien no le gusten los gatos. Pero los gatos son los peores ofensores en este respecto. Ellos realmente parecen agradar de los otros."
Yours, Jack es una valiosa colección de observaciones informales, consejos sacados (off-the-cuff) y (wry remarks) de un autor cristiano del siglo XX cuyas obras continúan afectando a incontables lectores en nuestro tiempo.
(Finley es autor de más de 30 libros para católicos incluyendo, recientemente, The Rosary Handbook: A Guide for Newcomers, Old-Timers and Those In Between, The Word Among Us Press.)
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Bien, un amigo de México me envió esto en inglés a mi e-mail y me pareció tan necesario traducirlo como el artículo sobre C. S. Lewis y la Iglesia Católica, libro de Joseph Pearce. Dos libros que quiero y que es muy probable que no logre tener en un par de años, o más.
Supongo que todos conocen la biografía de Lewis, también está Lenten Lands de su hijastro Douglas Gresham. Los libros principales serían las Crónicas de Narnia y la Triología Cósmica -que todavía no leo porque está muy cara- en cuanto a novelas de ficción, que se puede agregar El Gran Divorcio, excelente libro, y Mientras no tengamos rostro, lo tengo pero no me tinca. De sus libros buenos buenos se puede partir por Cartas de Escrutopo o del Diablo a su sobrino, Los Cuatro Amores y El Problema del Dolor. Con esos es suficiente, sin olvidar Una pena Observada.
La religión de Lewis, anglicano de Ulster, Irlanda, de nacimiento, después ateo, agnóstico y anglicano, nunca dio el último paso al catolicismo, si tuviera el libro de Pearce les podría especular por qué con fundamentos, ahora especulo al aire, en la Irlanda protestante odian a los católicos y en gran parte de Gran Bretaña. Tolkien era católico, Walter Hopper se convirtió, el padre Bede Griffits se convirtió, ambos al catolicismo. Lewis creía en el purgatorio, al parecer varias veces se confesó con un sacerdote, no mera conversación, y por sus últimos días creo que le dieron la extemaunción. Sus escritos son admirados tanto por católicos como por anglicanos. Mero Crsitianismo es un libro excelente, no tanto como Ortodoxia o el Hombre Eterno de Chesterton, pero tiene lo suyo.
Si hablar más cosas repetidas,Tuyo, Jack: Dirección espiritual de C. S. Lewis
C.S. Lewis (1898-1963), un autor y profesor de literatura inglesa de origen irlandés y religión anglicana, primero hizo clases en Oxford y después en Cambridge, escribió numerosos libros que se continúan vendiendo no solamente bien sino más que bien, por cuatro décadas desde su fallecimiento. El nombre en el título del libro viene de su sobrenombre, "Jack," usado por los amigos y la familia, y que él prefería ante su real nombre Clive Staples.
No resulta sorprendente que aparezca una nueva colección de material de C.S. Lewis en forma de libro, dada su alta popularidad. El tema que une a estas cientes de letras en este volumen es la experiencia y práctica del autor en el arte de la dirección espiritual.
El editor, Paul F. Ford, organizó las letras cronológicamente, la primera de 1916, y la última de 1963. Un índice hace que sea más simple localizar tópicos o temas específicos discutidos por Lewis. Sin embargo los estudiantes y académicos de Lewis serán bien advertidos al decirles que el índice es incompleto. Por ejemplo el nombre de Thomas Merton aparece en el libro, pero no en el índice.
En nuestros días, el significado de "dirección espiritual" es algunas veces alusivo, dependiendo de la orientación teológica o las preferencias de quien utiliza el término. Ford describe tres tipos de letras en este libro -- letras de compañía espiritual, disciplina espiritual y dirección espiritual.
Lewis vivió durante la primera mitad del siglo XX. En su juventud se convirtió en un ateista, después se convirtió al anglicanismo, y fue tolerante de la fe de otros a menos de que él pensara que era estrecha de mente o una distorsión de la verdad.
Lewis no escatimaba alabanzas para autores católicos tales como G.K. Chesterton; de hecho, dice en una carta que Chesterton fue una de las principales influencias en su decisión de abandonar el ateismo. En una carta que data de 1950, llamó a "El Hombre Eterno" de Chesterton "la mejor apologética popular que conozco." En 1941, Lewis también recomendó de corazón -- "en pequeñas dosis" -- el clásico católico espiritual del siglo XV "La imitación de Cristo," de Thomas a Kempis.
Pareciera que C.S. Lewis era reticente a llamarse a si mismo como un director espiritual. Por ejemplo, en una carta de 1954 declaró, "Ciertamente no soy el adecuado para aconsejar a otros sobre la vida devocional." Continúa, sin embargo, compartiendo sus propias reglas para orar: "(1) Estar seguro que, sin importar donde este uno ubicado, las oraciones principales no deben ser dejadas para 'la última cosa de la noche.' (2) Evitar la introspección en la oración, quiero decir no vigilar su propia mente para ver si está en el marco adecuado, sino siempre poner la atención hacia Dios. (3) Nunca, nunca tratar de generar una emoción a través del poder de la voluntad. (4) Orar sin palabras cuando se es capaz, pero volver a ellas cuando se este cansado o bajo el rendimiento normal."
Lewis es cualquier cosa menos esotérico en esta colección de cartas. De hecho, es pensativo y deleitador cada día y con la cabeza en la tierra, incluyendo comentarios que pueden llevar al lector al misticismo al tener en cuenta la relevancia de su dirección espiritual. Una muestra: en una carta de 1962 remarcó que "es extraño que a alguien no le gusten los gatos. Pero los gatos son los peores ofensores en este respecto. Ellos realmente parecen agradar de los otros."
Yours, Jack es una valiosa colección de observaciones informales, consejos sacados (off-the-cuff) y (wry remarks) de un autor cristiano del siglo XX cuyas obras continúan afectando a incontables lectores en nuestro tiempo.
(Finley es autor de más de 30 libros para católicos incluyendo, recientemente, The Rosary Handbook: A Guide for Newcomers, Old-Timers and Those In Between, The Word Among Us Press.)
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Bien, un amigo de México me envió esto en inglés a mi e-mail y me pareció tan necesario traducirlo como el artículo sobre C. S. Lewis y la Iglesia Católica, libro de Joseph Pearce. Dos libros que quiero y que es muy probable que no logre tener en un par de años, o más.
Supongo que todos conocen la biografía de Lewis, también está Lenten Lands de su hijastro Douglas Gresham. Los libros principales serían las Crónicas de Narnia y la Triología Cósmica -que todavía no leo porque está muy cara- en cuanto a novelas de ficción, que se puede agregar El Gran Divorcio, excelente libro, y Mientras no tengamos rostro, lo tengo pero no me tinca. De sus libros buenos buenos se puede partir por Cartas de Escrutopo o del Diablo a su sobrino, Los Cuatro Amores y El Problema del Dolor. Con esos es suficiente, sin olvidar Una pena Observada.
La religión de Lewis, anglicano de Ulster, Irlanda, de nacimiento, después ateo, agnóstico y anglicano, nunca dio el último paso al catolicismo, si tuviera el libro de Pearce les podría especular por qué con fundamentos, ahora especulo al aire, en la Irlanda protestante odian a los católicos y en gran parte de Gran Bretaña. Tolkien era católico, Walter Hopper se convirtió, el padre Bede Griffits se convirtió, ambos al catolicismo. Lewis creía en el purgatorio, al parecer varias veces se confesó con un sacerdote, no mera conversación, y por sus últimos días creo que le dieron la extemaunción. Sus escritos son admirados tanto por católicos como por anglicanos. Mero Crsitianismo es un libro excelente, no tanto como Ortodoxia o el Hombre Eterno de Chesterton, pero tiene lo suyo.
Yours, Domingo
PD: Rncontré en en la misma HarperCollins una edición digitalizada del libro, que por o general te deja ver unas cuentas hojas.
Y el artículo original de Mitch Finley, tiene otra crítica también
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