Una anécdota sobre Evelyn Waugh.
En el libro “Conversaciones con Graham Greene” Ronald Matthews comenta a Graham, entre los recorridos que estaban haciendo por diferentes tabernas, una historia sobre Evelyn Waugh, contemporáneo de ambos.
“--Astos Clinton [un pueblo] significa algo para mí – le dije a Graham-. Creo recordar que hace alrededor de treinta años Evelyn Waugh fue maestro aquí, en un establecimiento que describió como un colegio para los hijos mentalmente débiles de la nobleza.
--¿Y eso le dio el background para su primera novela?
--Entiendo que debió ser un infierno trabajar allí, pero un cielo comentarlo después. Esta taberna, o la otra, puede haber sido la causa de que Evelyn tuviera que irse.
--Nos é a qué te refieres.
--La única parte donde uno podía descansar por la tarde era en una de las tabernas locales; sé lo que eso significa: yo fui maestro durante casi un período cierta vez, aunque no por gusto. Una noche Evelyn había ido al pueblo para beber su habitual pinta de cerveza o dos y al volver a su casa en un estado de ánimo amable le había dado las buenas noches a la ama de llaves en francés al cruzarse con ella en la escala. No sé si habrás notado que cuando uno bebe justo lo bastante para estar de buen humor con todo el mundo, tiene a veces ganas de hablar en francés, aunque sea con personas que no entienden ese idioma.
“Evelyn sólo había dicho: Nonne nuit, madame. Pero la mujer, aparentemente, esta convencida de que lo franceses eran de una nación tan impía que era imposible concebir una frase en esa lengua que no fuese ofensiva. Al día siguiente, antes de que Evelyn se hubiese levantado, se quejó al director diciéndole que Mr. Waugh había vuelto borracho la noche anterior y le había dirigido la palabra en un lenguaje de la más grosera insolencia. Y Evelyn tuvo que irse.”
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