La prensa libre
Jaime Septién
Jaime Septién
Escrito en 1918 (y publicado, por vez primera en español en 2007 por la editorial Nuevo Inicio, de Granada), La prensa libre (Ensayos sobre la manipulación de las noticias y de la opinión pública y sobre cómo contrarrestarla) del inglés Hilaire Belloc (1870-1953) es una de las mejores piezas ensayísticas para entender —entonces y ahora— las relaciones entre la prensa y el poder político.
La tesis de Belloc —inseparable de G. K. Chesterton— es la siguiente: la prensa tiene como finalidad dar a conocer la verdad, pero como la han secuestrado los propietarios de los periódicos, que defienden intereses del capital, lo que existe es una prensa manipulada, sesgada, comprometida con el poder político y, a su vez, entregada al poder económico. Ergo: la prensa capitalista no da a conocer lo que debe dar a conocer. Solamente la prensa libre lo hará. Y la prensa libre es aquella que no tiene otro compromiso más que con la verdad.Suenan a expresiones de Pero Grullo, pero no lo son. La gran secuestrada en el concierto de los medios impresos ha sido, siempre, la verdad. Es decir, el contraste entre lo que se debe contar y lo que es necesario contar, cada día, a los lectores. Belloc refuerza sus tesis con innumerables ejemplos de lo que sucedía en el Parlamento inglés. Lo mismo pasa hoy: son los periódicos los que quitan y ponen funcionarios; son los que asignan tareas y agendas a los políticos. Se sirven de ellos y los sirven a ellos. Se trata —dice el autor— de una alianza de origen: la prensa nace con el capitalismo y se expande por la publicidad; no nace de la necesidad de comunicar la verdad ni de defenderla del lado de la gente.La prensa libre, por su parte, es excéntrica, está fuera de la trama del poder y del ejercicio de los postulados de la economía, por tanto es limitada. Sin embargo, tiene sus ventajas contra las grandes cabeceras comerciales, contra los grandes conglomerados de información: es leída y es digerida por una comunidad de adeptos que pueden hacer muchas cosas, incluso, pueden cambiar el curso de la historia, aunque no siempre sea perceptible esa transformación.Finalmente, dice Belloc, "la verdad se confirma a sí misma" (y la mentira también). Esto es, la verdad saldrá a flote y hará capaz a los medios libres de aparecer si no en el gran mercado, desde luego que en un grupo de gente pensante que puede obligar a quienes imponen las noticias a moldearlas de acuerdo a la opinión y a las necesidades del público.Un gran ensayo que todavía se puede leer para entender nuestro periodismo, 90 años después.
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Me enviaron hace poco un e-mail con esta información que comparto con todos.
Saludos cordiales
Domingo Portales
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