William F. Buckley, RIP
por Linda Chavez
Viernes 29 de febrero de 2008
Viernes 29 de febrero de 2008
Esta semana el conservadurismo perdió una de sus voces más influyentes. William F. Buckley Jr. -- autor, editor, presentador de televisión y uno de los intelectuales públicos más importantes de Estados Unidos -- falleció en si hogar el miércoles a los 82 años de edad. Buckley forjó el movimiento conservador moderno logrando que fuera una fuerza importante en la política estadounidense, y eso fue lo que hizo, con una igual medida de carisma y de rigor intelectual.
Como muchos conservadores, yo fui influeniada por Buckley, tanto en lo personal como en la forma política. Recuerdo la primera vez que estuve con él. Yo había sido recientemente nominada por el Presidente Ronald Reagan para ser director de la Comisión de EE.UU. sobre Derechos Civiles, junto a otros tres nuevos comisionados. Todos nosotros eramos Demócratas que compartíamos la antipatía que sentía el Presidente Reagan por las preferencias raciales, pero nuestra nominación estaba en problemas. Grupos de interes liberales estaban luchando con lso dientes y las uñas para dejarnos fuera de la comisión, y la Casa Blanca decidió que deberíamos llevar nuestro caso directamente al pueblo estadounidense a través de apariciones en televisión. Buckley obedeció invitandonos a mi y a otros dos muchachos nominados a su popular programa, "Firing Line," el que entonces era grabado en Nueva York
Estaba muy nerviosa, nunca antes había estado en un programa de televisión nacional. Pero Buckley estaba desarmado, con su característica y amplia sonrisa -- eso fue hasta que comenzó la entrevista. Repentinamente se había transformado en esta presencia intimidante sobre el esenario. Sazonó a mis colegas con preguntas, y después centró su atención en mi.
Mientras escuchaba las palabras que salían de su boca, no tenía idea lo que estaba preguntado debido a que la mayoría de sus preguntas eran en latín. Me debí haber visto como un venado ante las luces de un auto, pero logré decir algo sobre la importancia de juzgar a las personas como individuos, no solo como miembros de un grupo racial o étnico.
Posteriormente, nos felicitó por nuestras actuaciones. "Habría sido mucho más fácil si todas las preguntas hubiesen sido en inglés," me quejé.
Levantó sus cejas, con ese famoso pestañeo en su ojo, y dijo, "Linda, te enseñé la lección más importante que aprenderás en tu vida sobre lo que tienes que hacer cuando te entrevistan. Ignora la pregunta que se te hizo y haz tu mejor argumento. Tu blanco no es el complacer al entrevistador sino el influenciar a la audiencia."
Fue un gran consejo. Y Buckley era ciertamente un maestro en influenciar a la audiencia. Por años, Buckley entretuvo a los estadounidenses -- incluso aquellos que estaban vehementemente en desacuerdo con él -- haciéndolos pensar. Pero quizas su contriución más grande al conservadurismo estadounidense fue en atacar al prejuicio y el odio que ocasionalmente infecta a la Derecha.
Por los inicios de su carrera atacó a la John Birch Society por sus dichos antisemitas; y en 1991, escribió el largo ensayo titulado "En busca del antisemitismo" ("In Search of Anti-Semitism") para la revista National Review. Con ello se enfrentó a dos amigos conservadors: Joseph Sobran, quien había sido un editor en NR, y Pat Buchanan, cuyas columnas y sus dichos sobre los judíos y el Medio Oriente habían dado un giro desagradable. Buckley dijo que encontró "imposible defender a Pat Buchanan contra los cargos de que lo que hizo y dijo durante el periodo que está bajo examinación eran antisemitas, sea lo que sea que lo haya llevado a decirlo y hacerlo…"
Las palabras importaban para William F. Buckley Jr., e hizo que le importaran al resto de nosotros también, incluso cuando necesitabamos de un gran diccionario a nustro lado para leer sus "Notes & Asides" en NR. Todavía no estoy segura de lo que quería decir con "to immanentize the eschaton," una frase que utilizó una vez en la revista -- y aparentemente no estoy sola, ya que reprodujo una correspondencia muy divertida en su último libro, "Cancela Tu Propia Maldita Subscripción: Notes & Asides de National Review," revela. Uno nunca sabe cuando Buckley te esta tirando el pelo o si sinceramente quiere que expandas tu vocabulario.
Nunca logré agradecerle por la invaluable lección que me enseñó cuando iniciaba mi carrera pública. Pero a lo mejor no es tan tarde: Requiescas in pace, amice.
--0--0--
0 comments:
Publicar un comentario