La Iglesia Católica y la Conversión

Capítulo I: Introductorio: Una Nueva Religión


La fe Católica suele ser llamada la Religión Antigua; pero en este momento del presente tiene un reconocido puesto entre las Nuevas Religiones. Esto no tiene nada que ver con su veracidad o falsedad; pero es un hecho que tiene mucho que ver con el entendimiento del mundo moderno

Sería muy poco deseable que los hombres modernos tuvieran que aceptar al Catolicismo meramente como una novedad; pero es una novedad. Sí actúa sobre su ambiente existente
con la peculiar fuerza y frescura de una novedad. Incluso esos que la denuncian generalmente la denuncian como una novedad; como una innovación y no meramente como una sobreviviente. Ellos hablan del “avanzado” partido en la Iglesia de Inglaterra; ellos hablan de la “agresión” de la Iglesia de Roma. Cuando ellos hablan de un Extremista, ellos están de acuerdo en referirse tanto a un Ritualista como a un Socialista. En cualquier familia respetable y normal, Protestante, Anglicana o Puritana, en Inglaterra o en América, encontraremos que el Catolicismo es en realidad por propósitos prácticos tratado como una nueva religión, eso es, una revolución. No es un sobreviviente. No es, en ese sentido, una antigüedad. No le debe necesariamente nada a la tradición. En lugares donde la tradición puede hacer nada por el, en lugares donde todas las tradiciones están en su contra, se esta entrometiendo por sus propios meritos; no como una tradición sino como una verdad. El padre de una familia tal como la Anglicana o una Puritana Americana encontrara, muy a menudo, que sus hijos están saliendo fuera de sus propios, más o menos, compromisos Cristianos (tenidos como normales en el siglo diecinueve) y están yendo por varias direcciones detrás de varias creencias o modas que el podría llamar efímeras. Uno de sus hijo se convertira en Socialista, y colgara un retrato de Lenin; una de sus hijas se convertira en Espiritualista y jugará con una [triangulo que al tocarlo lanza hechizos](planchette); otra hija se irá hacia la Ciencia Cristiana y es muy probable que otro hijo se vaya hacia Roma. El punto es, por el momento, que desde el punto de vista del padre, e incluso en un sentido de la familia, todas estas cosas actúa de la manera de nuevas religiones, de grandes movimientos, de entusiasmo que lleva a la juventud sobre sus pies y dejan a la gente mayor aturdida o enojada; el Catolicismo de hecho, incluso más que las otras, es usualmente comentada como si fuera actualmente una de las salvajes pasiones de juventud. Tías y tíos optimistas dicen que la juventud “va a superarlo” como si fuera un amorio de niñez o ese desafortunado negocio con la [barwoman] (barmaid). Tías y tíos mas oscuros y severos, a lo mejor en un periodo relativamente temprano, actualmente hablan sobre ello como una indecente indulgencia, como si la literatura fuera literalmente una especie de pornografía. Newman remarca bien naturalmente,
como si no hubiera nada extraño sobre ello en el momento, que un [no graduado] (undergraduate) encontrado con un manual ascético o un libro sobre meditación monástica estaba bajo una especie de nube o contaminación, como si hubiera sido pillado con un “libro malo” en su posesión.

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